¡¡Continuamos en este camino de desarrollo de la Inteligencia Emocional!!
1. HABILIDADES SOCIALES
Para completar este desarrollo, esta vez nos centramos en:
1.2. HABILIDADES DE AUTOAFIRMACIÓN
Para llenar nuestra mochila con estas habilidades, necesitamos recursos para:
expresar nuestra forma de ser y sentir, para recibir y emitir críticas, para realizar peticiones, discrepar, relacionarnos con figuras de autoridad y resolver conflictos de manera positiva.
Actividad: Los tres cerditos
Esta actividad sirve para reflexionar sobre las posibles reacciones adversas de ciertos niños cuando otros emprenden acciones responsables.
Paso 1
Vemos el vídeo o les contamos el cuento de los tres cerditos.
ENLACE: Vídeo "Los tres cerditos"
Paso 2
Reflexionamos con preguntas como:
- ¿Cuál de los tres cerditos era más listo?
- ¿con qué construyó su casa?
- ¿Le preocupaba que sus hermanos se rieran de él y se burlaran?
- Cuando haces lo que te dice tu profesora o tus padres ¿te importa que otros niños se puedan reír de ti?
- ¿Alguna vez te has reído de un comapñero?, ¿por qué?
Paso 3
Hablamos con ellos, de la importancia de intentar hacer las cosas bien, de las normas, e intentamos imaginar una clase o una casa sin normas ¿qué pasaría?, pueden dibujarla y luego contárnoslo.
Autonomía: La autonomía es fundamental para aprender a resolver conflictos y problemas, al principio puede pasar inadvertido, cuando hacen un puzle o piensan en cómo arreglar unjuguete roto; pero fomentemos esa autonomía ya que será l abase de la capacidad adulta para resolver los conflictos y problemas que se les presenten.
1.3. HABILIDADES PARA LA OPOSICIÓN ASERTIVA
Que importante protegernos de situaciones peligrosas que nos va a presentar la vida. Para ello, aprenderemos a decir "no" ante invitaciones de riesgo o no deseadas, a detectar escenarios peligrosos, a manifestar rechazo y a avandonar dichos escenarios.
Paso 1
Comenzamos escuchando la siguiente canción:
Paso 2
Reflexionamos con la ayuda de diversas preguntas entorno al enfado:
- ¿Cómo nos hace sentir?
- ¿Qué nos enfada?
- ¿Cómo nos comportamos enfadados?
Poniéndoles ejemplos y ayudándoles en todo el proceso.
La finalidad de las preguntas es conducirles a las consecuencias de sus comportamientos.
Paso 3
A continuación, les pedimos que dibujen un monigote, pintado en un folio o cartulina, en una escena con la
respuesta que puede traerles las mejores consecuencias (hacia él mismo y hacia
los demás).
Paso 4
Para finalizar, realizamos un juego, en el que pueden participar otros amigos o miembros de la familia. En círculo, con una pelota,
vamos poniéndoles ejemplos de situaciones como: ¿qué le dirías a una niña que te quita un juguete?, ¿qué dirías a un niño que te empuja?,... para que puedan practicar respuestas
adecuadas.
Consejos para el día a día
- Ser ejemplo. Ellos nos aprenden y por ello, como en tantos casos, debemos predicar con el ejemplo, siendo conscientes de cuándo debemos decir que no.
- Utiliza momentos reales, como una situación en el parque o una escena de una película que estéis viendo, en el que aparezca una situación de riesgo, ayúdale a ponerse en el lugar del otro para que piense sobre qué haría él y qué debería hacer.
- En relación a su edad, dale la información necesaria. La información es poder, no tengáis miedo de que esté informad@. Siempre intentando dársela en el momento oportuno, que suele ser cuando la pide.
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